Cuando supe que durante el "V Festival de Poesía Guatemalteca" el Club de Poesía Casa Los Altos presentaría su libro "Efluvio Poético", que contiene una antología del trabajo realizado hasta ahora por el club, les pedí que me facilitaran el material, aunque fuera en borrador, con la intención de conocer los textos y con la esperanza de que pudiera nacer alguna canción de alguno de ellos o relacionada con alguno.
Conocí los textos ya con el festival iniciado, lo que me dió muy poco márgen de conocerlos a fondo, pero me empeñé en leerlos. Encontré muchos poemas que me "tocaron", me sentí identificado con varios y también -lo confieso- me nació la curiosidad por conocer el rostro de cada poeta (hombre o mujer) que hubiera escrito cada uno, porque conocía solo a algunos de ellos (no más de 5, cuando el grupo es de 17-18 personas).
Bueno, intenté, busqué, tararé leyendo los textos y de prontó -sin música- un texto me llamó mucho la atención! Al leerlo supe que el texto hablaba de una persona diferente, de una niña quizá, así que me interesé en releerlo. Después de leerlo varias veces lo comenté con alguien más, para saber qué impresión recibían también al leerlo y me encontré con percepciones similares. Me interesé entonces "en serio" en intentar trabajar sobre el texto.
La mañana del sábado 6 de septiembre (2014), después de manejar carro unos minutos, me encontré cantando una melodía sobre la cual sonaba la palabra "Ana" y pensaba que ella era mi amiga. La melodía me gustó, no la quise perder, la trabajé mentalmente, hasta que pude hablar telefónicamente con el autor del texto (el escritor Nelton Santiago) y consultarle sobre Ana, para saber más, para no meter la pata, pero sobre todo para alcanzar visualizar una imágen de ella, que finalmente se fué tejiendo con la conversación...
Me dijo Nelton: "uf! Ana... con ella trabajé en el Tulipán Azúl. Desde el primer día me quedé prendido..." y cosas como esas, para luego ir contando detalles. Cómo Ana se moja los labios para besarle, cómo Ana muchas veces le bajaba el ánimo y cómo volvía a lenvantárselo, cómo le abraza, cómo aprende... "
Me dijo Nelton: "uf! Ana... con ella trabajé en el Tulipán Azúl. Desde el primer día me quedé prendido..." y cosas como esas, para luego ir contando detalles. Cómo Ana se moja los labios para besarle, cómo Ana muchas veces le bajaba el ánimo y cómo volvía a lenvantárselo, cómo le abraza, cómo aprende... "
Esa misma mañana debería yo participar, como parte del "V Festival de Poesía Guatemalteca", en la lectura que se haría en la Escuela "Manuel C. Figueroa" (en Xela), pero "le pedí pelo" (le pedí permiso) a Nelton para que aceptara mi ausencia, mientras trabajaba en "una nueva canción" que quizá podría estrenar esa misma noche, cuando el Club publicara su Antología.
Durante un par de horas, en mi casa, estuve manoseando algunos acordes en la guitarra y armando y desarmando los versos que escribió Nelton. Agregué varias líneas (y también cercené algunas... sin permiso y abusivamente) hasta encontrar "el hilo" de la canción y hasta sentirme conforme con lo que para mí es esta canción que tenía que llamarse "Ana".
La canté varias veces hasta irla "afinando". La canté en mi casa, salí al patio para cantarla, y me fuí quedando con la versión que más me gustó... y sentí que había nacido una nueva canción: Ana!
Este es el texto original que escribió Nelton Santiago:
ANA
Nelton Santiago
Hay días de desahucio de voluntad
donde ni el más viejo vino te revive
sueños rotos, palabras perdidas
sentimientos en agonía, estrellas fugaces apagadas
cielo a medio cielo
música sin melodía, café frío...
Hojeo y ojeo las páginas de mi alma
y las del periódico
pero nada reanima...
Ana no mira fijo, vuela en su libertad
ríe y goza con sus propios personajes
muestra sus manos de seda
Ana crea
genera, no hace daño, vive su propio ritmo
no tiene penas, no necesita palabras
para decir Te Amo
Ana no se encucia las manos
cualquiera diría que por fresa
ella marca la vida
Ana corre en su humildad
da regalos, premia
me sonríe, piensa en mí
ora y pide al Padre (a su manera)
pide por mí
Ana brilla con luz propia
Abraza rico
me mira, se me acerca
me extiende sus brazos
humedece sus labios puros
para bendecir y pintarme el día
con un beso
así es Ana
Por la noche (después de ir acompañar a un grupo de Poetas y Poetisas a la Universidad Rafaél Landivar, en Xela, para una nueva lectura de poesía donde canté), llegó la velada en que se presentaría "Efluvio Poético", la Antología... y yo llevaba conmigo esta nueva canción! pensando en sorprender a Nelton...
La velada tenía su propio programa, pero mi participación sería libre. Es decir, en varios momentos en que yo cantaría para acompañar la presentación del nuevo libro, yo sería libre de cantar "lo que yo quisiera". Por eso iba preparado con canciones mías y también preparé algunos poemas que he musicalizado. Personalmente hubiera querido que fueran más poemas del Club Casa los Altos, pero no se me dió tanto...
Llevaba conmigo mi canción "Ya no pienso más en vos", que está hecha tomando como base la musicalización de un poema de Rocío Ramírez del Club Casa los Altos y también llevaba "Ronda Amorosa", una musicalización de un poema del mismo nombre de mi amigo Héctor Rodas, pero mi "plato fuerte" era Ana!
Ana, la noche del sábado 040914 |
No había avanzado mucho el programa cuando ví llegar a Ana!
la acompañaba Erica Cacao y la llevó hasta la primera fila, de manera que yo podía verla de frente y ella me identificó después de unos minutos y después de lo que le decían al oído...
Cuando recuperé toda la memoría que pude y junté el valor necesario anuncié que cantaría una nueva canción, dedicada a Ana...
Esta es mi canción...
Este es el texto final de "Ana", luego de que naciera como canción:
Ana
Texto: Nelton Santiago y Otoniel Mora
Música: Otoniel Mora
Xela, Guatemala, 6 de septiembre del 2014
Ana
Ana es mi amiga
desde aquel día
que en "Tulipanes"
la vida nos vió
Ana
es una niña
y su sonrisa
es melodía
igual que sale el Sol
hay días de desahucio
días de poca voluntad
que rompen nuestros sueños
y la vida se nos va
entre palabras perdidas
sentimientos de agonía
estrellas fugaces
apagadas
Ana
me mira fijo
me mira fijo
abre sus alas
me abraza rico
y se acaba el dolor
Ana
no me hace daño
no tiene penas
y sin palabras
me llena de amor
no se ensucia las manos
lo hace todo con pudor
marcándome la vida
corriendo con humildad
me premia con su sonrisa
y me bendice el día
a su manera
y me anima... Ana!
Ana
mi dulce niña
abre tu alas
como tú brillas
vuela con pasión
Ana
guardo tu abrazo
guardo tu beso
y estoy deseando
felicidad
Ana es mi amiga!
Y bueno...
Es un "estado de gracia" lo que se siente cuando se logra componer una canción... pero en este caso fué tremendamente superior! cuando conocí a Ana y canté la canción por primera vez ante ella y ante la gente, sentí muchas emociones cruzadas... se me trabaron algunas lágrimas en la garganta y las tuve que engañar con el canto y por ahí se fueron diluyendo...
Me siento muy contento de haber podido hacer esta canción, por Ana por supuesto, pero especialmente por Nelton Santiago, quien me ha manifestado su amistad de muchas maneras y creo que he podido corresponderle con esta canción, sabiendo que él sabrá apreciar lo que todo esto significa, a pesar de que tuve que pasar por omitir algunas de sus líneas, agregar otras, cambiar palabras por sinónimos o por ideas parecidas o incluso contrarias... por ejemplo hice que la mirada de Ana fuera fija cuando no lo era, según Nelton...
Con todo eso dicho, quiero dejar acá un abrazo para Nelton, para Ana, para Erica Cacao y para todos los poetas dle Club Casa los Altos, ya que sin todos ellos todo esto no hubiera ocurrido aquel sábado 6 de septiembre...
Salú!
Que linda historia, La canción tiene Alma! Felicitaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias Lauren.
EliminarSiento lo mismo que usted dice sobre la canción...
salú!