sábado, 21 de febrero de 2015

Elemental Canción

Siempre ha resultado linda la reacción de la gente cuando escucha mi canción "Elemental". Parece ser que hay "conexiones" entre lo que la canción dice y lo que la gente quiere oír. Quizá la gente quiera decir algo igual, quizá encuentra en ella algo que no pudo decir... qué se yo! Lo lindo es la coincidencia que asumo que existe, el encuentro de frecuencias, de ideas, de energías, de pensares, de sentires...

Elemental es una canción escrita hace 29 años. Nació el 17 de noviembre de 1985, un día domingo. En ese momento yo tendría 20 años y un mes! Jeje!

Lo interesante es que después de ese tiempo que ya pasó, la sigo cantando y vuelven a pasar cosas sencillas entre la gente que la escucha, pero muy significativas para mí, y a juzgar por lo que veo en ellas, también son significativas para la gente. La conoce gente "nueva" y pasan otra vez cosas parecidas!

Nunca se sabe cómo será la vida de una canción. Especialmente cuando su nacimiento ocurre sin pretensiones, sin más interés que la búsqueda de lo estético en la necesidad de expresión a través de la música y las palabras.

Recuerdo que Elemental nació de jugar con la guitarra, gracias al consejo de mi amigo Fernando López, que me decía que "una forma de componer música era jugar con los acordes, con las cuerdas, y que ahí aparecerían cosas nuevas...".

También nació del "querer decir". En Elemental hay un esfuerzo mío por sintetizar en pocas palabras mi forma de ver la vida y la relación con la persona con quien se pueda compartir esa vida. Todo lo que dice la canción nació ese mismo día, (o mejor dicho, fué escrito ese mismo día, porque seguramente había nacido antes, aún sin ser palabras... ) a excepción de un par de frases que han ido cambiando a lo largo del tiempo, en que otra manera de decir me pareció más adecuada y más coherente conmigo mismo. (Algunas personas que han observado los cambios en el texto, me han preguntado las razones y no sé si han quedado satisfechas con mis explicaciones, pero yo mismo estoy en el proceso de entender esos cambios...)

Al pasar los años han pasado cosas lindas con Elemental. La he podido cantar con numerosos amigos músicos y en muchos lugares, para que la escuche mucha gente. Creo que la conoce hoy, gran cantidad de personas. 

Una cosa en particular que me emociona es que un músico llegado del norte alguna vez, sin ninguna relación conmigo, la conoció y luego de hacer un arreglo de mi canción sin decírmelo, me sorprendiera con una grabación. Hablo de Galen Huckins ("Kevin", pianista y flautista "gringo"). Guardo esa grabación con mucha emoción y la he puesto en uno de los discos que comparto con la gente. Galen había puesto el piano, la batería y el bajo en la grabación, me la envió por internet (eso significa que eso habrá sido después del 2,000) y luego yo puse las guitarras y la voz.

Elemental fué hecha así... de forma elemental, con lo que yo supe decir y musicalizar en aquel momento y me doy cuenta que esa ha sido la mejor manera de hacer una canción, sin pretensiones, de forma elemental...

Uno es responsable del nacimiento de una canción, pero puede que después no alcance a ver y saber qué pueda pasar con su canción. ¿Hasta dónde llega la responsabilidad y el derecho sobre una canción? Algunas pasarán inadvertidas, mientras otras podrán convertirse en almohadas de algunas personas que llorarán con ellas, otras podrán ser cantos de batalla, incluso himnos, otras estimularán las ganas de vivir, otras serán baúles donde se acumularán recuerdos, otras serán motivo de risas y cantos colectivos, habrá de todo... como "ha de haber gente pa' todo", creo que "habrán canciones pa' todo".

Me gusta pensar que las canciones son "seres vivos" y siempre, a todas les deseo larga vida...

Acá está Elemental en una grabación reciente:


lunes, 16 de febrero de 2015

¿Cuánto vale el Maíz?

Fácilmente puede pensarse en una respuesta en moneda... pero en realidad no es ese tipo de respuestas las que yo me doy al pensar en el Maíz.

Quizá en "los tiempos modernos" la respuesta se acerque más a una unidad monetaria, pero basta solo con ver a nuestro alrededor y afinar un poco la vista para darse cuenta de que eso no es suficiente. 

Para los Pueblos Originarios de Mesoamérica el Maíz ha sido fundamental, no solamente como alimento, sino como parte de la cultura. Mesoamérica es la Tierra de los Hombres y las Mujeres de Maíz.

El Poeta quetzalteco Werner Ovalle López (Médico, nacido en Salcajá, en mayo de 1928 y fallecido el 13 de diciembre de 1970), ganó en 1950 los Juegos Florales de Septiembre, en Quetzaltenango, Guatemala, con su poema "Padre Nuestro Maíz".  Yo (sin su permiso) tomé prestada la frase "Padre Nuestro Maíz" y alrededor de ella compuse mi canción "Oración al Maíz", entre el 14 y el 16 de septiembre de 1999.


Luego de ir cantando mi canción por ahí, me fuí enterando por voces kichés, cakchiqueles, mames, tzutujiles, e incluso alguna extranjera, que desde la Cosmovisión Maya el Maíz "no es papá" sino Mamá, porque solamente el Sol se concibe como Padre, mientras La Tierra y el alimento son Mamá.  Entonces, a manera de chiste digo "¡como ven, el que metió la pata fué Werner Ovalle López!" y mientras río con la gente que me escucha, aprovecho para proponerles pensar en cuánto vale el Maíz, como quizá uno de los centros de la cultura de nuestros Pueblos Originarios. En todo caso, creo que Werner Ovalle López pensaba en los "Hombres de Maíz" cuando escribió su poema y de ahí la imágen del Maíz como "dador de vida", un poeta de su altura debió tener claro todo este asunto y lo llevó a la poesía con la mayor sabiduría...


Aquí está mi "Oración al Maíz", cantada una de tantas noches en Xela...


En octubre del 2013, cuando presenté en Totonicapán el Concierto Conmemorativo de la masacre de Alaska del 2012, mi amigo Pedro Ixchiú tradujo para mí, el coro de mi canción, y me la entregó minutos antes de iniciar el concierto. Aunque no pude cantarla por la premura  del tiempo, la leí cuando canté "Oración al Maíz". Ese fué un momento especialmente importante para mí (Gracias Pedro!).

Y si usted quiere conocer (o reconocer) el Poema de Werner Ovalle López, acá está (tomado de la página "Personajes") http://www.oocities.org/mx/ciudaddequetzaltenango/ovalle.htm 


Padre Nuestro Maíz
Werner Ovalle López. 1950.

 I
MADRIGAL DE SIMBOLO
Yo tengo manos de maíz. En ellas
reside un hálito terrestre
y palpitan misterios arcillosos
con humedad de vegetales peces.

Yo tengo frente de maíz. Yo sueño
la paz del surco iluminado y verde,
coronado de cañas verticales
como lineales templos de azúcar y de fiebre.

Yo tengo frente de maíz. Yo pienso
con las venas acústicas y fuertes
como un resucitado intemporal
que escondiera su voz en los claveles.

Yo tengo labios de maíz. Yo canto
sin la fría corola de la muerte
y predico las alas de la harina
con una gran serenidad silvestre.

Yo tengo sueños de maíz. Yo vivo
hombre de ayer, de hoy, hombre de siempre.
...Nuestro atavismo vegetal es único:
¡maíz de amor, substancia de las sienes!

II
SUBSUEÑO VEGETAL
Padre nuestro, maíz, templo de harina:
pequeña harina alada y vencedora,
inocencia del pan en donde vive
la química nupcial del alimento
y el más alto silencio de la tierra.

Yo en tu semilla arrodillé mi sangre
llena de dulces glóbulos de milpa,
y me llené los ojos con la inmensa
ternura de los surcos florecidos,
y reí con las sienes infinitas
como ríen la caña y la mazorca.

Padre maíz, vestido de las venas,
alimento del son, uva del indio.
Diamante ciego. Pan. Agua maciza.
¡Padre maíz, varón de las estrellas!

En donde quiera que mi cuerpo aflora
con su interrogación inesperada,
veo el maíz creciendo, dominando,
besando húmedas frentes de labriego
alimentando brazos campesinos,
desnudando la flor del equinoccio
con las rubias infancias del elote.

Mis ojos sueñan ágiles países
poblados de violines y maizales,
por donde huyan los labios y se pierdan
en el rojo crepúsculo suicida,
y repitan la voz como besando,
y asciendan en heridas catedrales
a la órbita verde de la milpa!

Veo Maíz en el pulmón del campo,
en la promesa fértil de la novia,
en la dádiva humana de la esposa,
en el verde ademán de las limosnas,
en la marimba de alma de mazorca,
en el río de vértebra espumosa,
en el solar ausencia de la sombra,
en el silencio blanco de las monjas,
en la luna de leche luminosa,
en el húmedo beso que enamora,
en la sangre triunfal de la amapola,
en la nocturna circunstancia roja,
en el papel astral de las corolas,
en el violín con vuelo de gaviota,
en el temblor de música redonda,
en la dulce materia de las cosas,
veo Maíz en la existencia toda!

III
DIALOGO DE AMÉRICA
- Nadie puede negar que el ruiseñor
tiene luz de Maíz en la garganta.

- Que la nocturna estrella silenciosa
tiene alas de Maíz en la mirada.

- Que en el río, en el mar, en el océano
sal y Maíz son cónyuges del agua.

- Que con Maíz sembró Rubén Darío
su amapola de luz en Nicaragua.

- Que como caña de Maíz herido
García Lorca se quebró en España.

- Y que con hombres de Maíz se ha hecho
la patria espiritual de Guatemala.

-¡Salve Maíz amable, pan de América,
mínima catedral de la esperanza...!

IV
ESTANCIA FINAL
Substancia del Maíz, substancia aérea,
milagro de azadón y chirimía,
suceso de sudor y piel morena,
gota de sol, compacta clorofila,
substancia del Maíz, substancia aérea,
grano de amor, abeja conmovida!

El hombre que trabaja y el que ríe,
y el que busca en el agua la ternura,
y el que besa la tierra con los dedos,
y el que acaba su sangre en la cosecha,
y el que consume libros y ciudades,
veneran al Maíz, pan de la sangre!
El hombre que se asoma a la esperanza
tiene color de milpa en sus pupilas.

Padre nuestro, Maíz, agua maciza,
alimento del son, uva del indio,
grano de sol, vestido de las venas.

Padre Maíz, varón de las estrellas!