domingo, 24 de junio de 2012

Cuando llueve...

La lluvia... 
la esperada por los labriegos, la que moja todo sin pedir permiso y empuja la fertilidad del suelo, empuja también la fertilidad de tantas cosas, especialmente cuando está asociada a los recuerdos, a hechos, a ideas, a cosas que pasaron...

A la lluvia culpamos y a la lluvia agradecemos...
Tantas de nuestras humanas contradicciones están asociadas a la lluvia. Ese es también mi caso en esta canción, aunque a decir verdad no está asociada con nada concreto en realidad, solamente con la lluvia. 
Recuerdo que estaba lloviendo y yo tocando la guitarra (los primeros acordes que se escuchan en la grabación que aparece más abajo), y de cosas puramente imaginarias fué naciendo su melodía y casi al mismo tiempo las palabras (que por supuesto he "molido y re-hecho" algunas veces, hasta que son las que son hoy).

Era agosto del 98, época "meramente" lluviosa en Xela (tanto como septiembre, cuando todo el mundo moja la parte trasera de su ropa, al subir a los juegos mecánicos de la Feria Centroamericana de la Independencia, que siempre se celebra bajo la lluvia). Yo estaba por cumplir los 33, así que todo lo escrito en la canción puede asociarse con los sueños de mi adolescencia tardía! 


Recuerdo que cuando le presenté la canción a Danilo Rodríguez (en el estudio de grabación Andes, del Grupo Kenchas), me dijo "¿con quién te andabas mojando vos?!" y los dos reímos alegremente. Lo triste fué que después de eso, la canción quedó prácticamente olvidada. Nunca la cantamos y tampoco la grabamos. Nunca supe en realidad qué le parecía la canción a la gente. Ni modo... y yo pequé, como tantas veces con otras de mis canciones, al no cantarla, hasta el extremo de olvidarla. Puchis! que injusto fuí con ella. Eso creo, porque -ahora pienso- que toda canción que ha nacido, tiene derecho a ser escuchada alguna vez!


El texto está conmigo, nunca se perdió, pero no la canté por mucho tiempo. Se quedó guardada muchos años, hasta que después del 2,000 hicimos una grabación de ella, Fernando Juárez (otro "Kencha") y yo. Recuperé esa grabación recién, gracias a que en algún momento pusimos en un CD la pista, y sobre ella fué posible para mí, grabar mi voz ahora, de forma artesanal (para no variar!).


Acá se puede escuchar "Cuando llueve"... 
siempre pensé que era una canción que le podría gustar a los jóvenes, que quizá vivieron alguna cosa así, o que tuvieran en sus sueños algún "suceso" así. Ahora no sé a quién podrá gustarle, porque no sé quién la escuchará... espero que a usted le guste. 


En esta grabación (del 2001 o del 2002), Fernando Juárez grabó las flautas, las percusiones y la caja de ritmos. Yo hice el arreglo y grabé la guitarra de nylon, el bajo acústico y la guitarra de 12 cuerdas. Hoy por la noche (24 de junio del 2012) grabé mi voz.


Cuando llueve 

(Texto y Música: Otoniel Mora)

16 de agosto de 1998

                              Cuando llueve                                Hace un año
                              recuerdo que                                 no estás aquí
                              un día jueves                                 y el verano 
                              y sin querer                                   pasó por fin
                              nos encontramos solos                  la lluvia y los recuerdos 
                              la calle no la sé                              me vienen a buscar
                              te sonrojaste un poco                   no tengo tus "te quiero"
                              y yo no supe qué hacer                 y la brisa empieza ya

                              Te cubrías                                     Me refugio
                              con un papel                                 en un papel
                               yo corría                                       y dibujo
                               y tropecé                                     tu desnudez
                               y juntos encontramos                  acaso algunos versos
                               la puerta de un "chalet"               ayuden a este amor
                               sonriendo nos miramos                quizá volver a vernos
                               no dejaba de llover                      cambie el tono a esta canción

                               y aquella sensación                      si aquella sensación
                               que hizo temblar mi cuerpo         que hizo temblar mi cuerpo
                               movió tanto mi corazón               aún golpea mi corazón
                               que me hizo preso                        y tu estás lejos
                               bajo la lluvia nuestro amor           no sé qué hacer con este amor
                               ya fué naciendo                            si no es completo

domingo, 3 de junio de 2012

... mayo

Estamos en junio... y el mes de mayo de mi blog estará vacío!
Así que por lo menos su nombre aparecerá, porque lo puse en el título de esta entrada.

Parecería que no pasó nada en mayo, pero no es cierto!
El mayo de mi blog está lleno de visitas. Las estadísticas de este blog (que creo que solamente yo puedo revisar, aunque no estoy totalmente seguro de eso...) dicen muchas cosas, cuentan las veces que este virtual lugar (no sé si virtuoso!) ha sido tocado por alguna persona interesada en algo. Quizá por haberlo visto antes, o  quizá por curiosidad, o quizá por accidente... pero estuvo aquí, y eso es lo que cuenta (lo que cuenta el contador de visitas!) y lo que cuenta para mí la esperanza de que haya encontrado (y leído) algo interesante, algo que le llamara la atención y le deje la espinita prendida en el pellejo, para querer volver, un día futuro (o una noche, yo qué sé!).

Para mí, mayo no estuvo vacío, no me pasó nomás... 
En realidad he vivido muchas cosas en este mes que se fué. Incluso he escrito algunas líneas, he vuelto a encontrarme con ideas y he descubierto otras. Me he encontrado con personas a las que siempre quise escuchar, me reencontré con viejos conocidos (y me des-encontré con algunas personas, lo que felizmente no me causa ningún vacío esta vez, sino que me reafirma). Sobre todo, he vivido una profunda transición, un movimiento, un cambio en las "estructuras" que me sostienen, que me ha hecho pensar y repensar... y volver a pensar (pensarme, más bien). Es decir, sigo aprendiendo de la vida... 

Seguir respirando, casi igual que antes, es una alegría tremenda, cuando se sabe que vivimos en este mundo que cada vez acelera más su paso hacia la nada...