sábado, 12 de noviembre de 2011

Fernando López

En el apunte anterior mencioné el nombre de Fernando López (incluso él aparece en la foto), y comenté varias cosas -importantes para mí- de lo que ha sido la amistad que mantenemos hasta hoy.

Esta es una amistad que nació del "compañerismo cotidiano" de estudiar juntos -casi toda- la escuela primaria, y luego compartir las posibilidades que nos ha dado la música y las ideas que hemos ido intercambiando y tejiendo a lo largo de muchos años de sabernos, aún con las largas pausas y las enormes distancias geográficas, que han sido parte de esos mismos años.

Debimos tener menos de 10 años de edad cuando nos conocimos. Estudiamos en una escuela de curas, que nos hizo cantar en el coro de la iglesia (yo no tanto). También se dió la oportunidad de tocar allí mismo, marimba (yo no tanto). Luego nos separamos, fuimos a diferentes institutos de educación media (yo al INVO y él al "Modelo", Werner Ovalle López, pero los dos en Xela).  Luego, quizá cerca de los 20 años de edad, nos encontramos otra vez (por esas vueltas que da la vida), pero esta vez con más música metida entre nosotros. Yo creo que ese encuentro selló ya para siempre nuestra amistad, que a veces se ve recompensada por encuentros nuevamente largos, y a veces se queda en esperas largas, añorando la llegada de otro encuentro. De más está decir, que cada encuentro tiene lo suyo, sorpresas, novedades, noticias, pero el fondo de todo eso permanece... la amistad.

En aquella época compartimos muchas cosas... amistades, sueños, largas caminatas, "penas de amor", cigarros creo que no, alguna cerveza, "guaro" puro cuando fuimos marimbistas, chistes, secretos, temores, en fin... las cosas de la juventud, pero también las ideas, nuestras "largas y profundas" reflexiones y discusiones sobre lo que debería ser la sociedad y la economía, nuestra frustración generada por la vista que tuvimos sobre nuestro país, cuando se vivía además el conflicto armado interno.

Después el tiempo otra vez nos separó, y ya no volvimos a vivir cerca por mucho tiempo. Ya cada cual fué tomando su camino. Fernando se hizo antropólogo, yo me hice economista. Eso después de que juntos visitamos por primera vez el Conservatorio Nacional de Música, en la ciudad capital, y de los dos sólo él se dispuso a estudiar allá. Yo en algún momento posterior estudié música (con menor intensidad) en Xela.

Numerosos recuerdos guardo, de innumerables días y noches en que cantámos, "formal o informalmente". Muchas noches tocando marimba, en las fiestas quetzaltecas, con sus interminables sones (con la Marimba Ideal). Recuerdo por ejemplo, que para el mes de octubre, en que se celebra la fiesta de la Virgen del Rosario en Xela (la Patrona de mi Pueblo!), había que tocar marimba para ella. Dentro del conjunto de marimbistas "de la Ideal", habían dos o tres que eran protestantes evangélicos, no obstante, tenían que tocar marimba para la Virgen del Rosario en su fiesta, lo que prueba que "la necesidad tiene cara de chucho" y que hay que trabajar para vivir (ojalá nunca "vivir para trabajar").

Fernando se planteó en algún momento la tarea de musicalizar la poesía de Otto René Castillo, el "poeta guerrillero", del que habíamos conocido versos que leímos con avidez por aquel tiempo. Recuerdo que el primer poema que musicalizó (o el primero que yo escuché, fué "Aquí no lloró nadie"). Para mí eso fué muy impresionante, por lo que leíamos, por lo que el poema significaba para nosotros, pero también porque desde el primer momento lo que escuché sonó "tan hecho", tan bien terminado, tan logrado. Eso me provocó sin lugar a dudas, envidia, pero de la buena, eso me invitó a hacer algún esfuerzo parecido, que alguna vez más adelante, se materializó también en algún poema musicalizado. Lo más importante es que eso desarrollo de mí hacia Fernando, una sincera admiración que permanece viva todos los días, y causa en mí un efecto inspirador, que algunas veces ha dado algún modesto fruto. Le agradezco a la vida la oportunidad que he tenido de conocer, estar cerca algunas veces y aprender de Fernando López.

Varias canciones, hechas de versos de Otto René Castillo, musicalizados por Fernando, se convirtieron más adelante en una grabación "hecha y derecha", muy a la manera de él, con el alma de trovador que fuimos conociendo de los trovadores latinoamericanos (los cubanos, los chilenos, etc.). Después de eso varios discos con canciones enteramente propias de Fernando.

Así con eso y con su empeño inclaudicable se hizo un lugar entre los cantores populares de la ciudad capital, participando en festivales de canción popular organizados por la USAC, de los cuales ganó tres (si es que no fueron más!), y luego sus numerosas presentaciones y el contacto con otros músicos le fueron dando la posibilidad de cantar en otros escenarios y países. Sé que ha cantado en Japón, Francia, España, Italia, Suecia, Noruega, Alemania, Checoslovaquia, algún otro lugar del otro lado del mar, y por supuesto, muchos países latinoamericanos, como México, el Salvador, Venezuela, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, etc.

Algunas veces hemos podido compartir algún escenario. Durante algún corto tiempo hicimos algo que llamábamos "Trova Tres", entre Fernando Juárez (otro músico y amigo muy querido), Fernando López y yo.

Fernando se identifica con la vida solidaria, con la diversidad de los pueblos, con la libertad, y con otro montón de cosas y "causas perdidas" con las que yo también lo hago, por eso me siento muy orgulloso de concerle y saber que cuento con su amistad. 

Recientemente, el 19 de marzo del 2011, Fernando fué invitado por familiares de Otto René Castillo y la Secretaría de Comunicación del Gobierno de Guatemala, para participar dentro del acto de reconocimiento y solicitud de perdón, por parte del Estado guatemalteco, por la ejecución del poeta (Otto René), junto a Nora Paiz y 13 campesinos en la Aldea Los Achiotes, Zacapa, en el año 1967. El video que aparece a continuación fué grabado durante esa actividad.


Más información sobre Fernando López en esta dirección:

2 comentarios:

  1. Nunca había escuchado a Fernando ni sabía que había convertido en canción, los poemas de Otto René Castillo.

    Me encanta su voz, pero más que ella, el sentimiento que le imprimió a la interpretación de este tema.

    Lástima que la paz en nuestro país y los seres humanos que menciona en la canción, solo vivan en letras muertas.

    Recordar a Otto Rene Castillo evocó en mí, un triste resabio de un ayer nefasto para mi país.

    Un abrazo Ottoniel.

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  2. Hola Ozo_no

    Pues si, se trata de tiempos duros que tocó vivir en Guatemala, a unos más que a otros, y algunos solo tuvimos noticias pero no supimos la realidad que eso significó, a pesar de estar en el mismo país.
    Creo que por eso hay gente para que la que muchas cosas de ese tiempo son más que letras muertas.
    ¿quiere conocer y escuchar algo más? Le sugiero buscar en las siguientes direcciones:

    http://mpmv2.foroactivo.net/t265-fernando-lopez-venganza-de-amor-por-los-poetas-guatemala

    y en youtube http://youtu.be/-4b8TC664zo

    Un abrazo para usted.

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