Durante el año 2008, los Altibajos y yo cantábamos en "El Cuartito" todos los sábados por la noche. El Cuartito es un pequeño café ubicado muy cerca del parque central de Xela. Se llamaba así (y se sigue llamando así), porque era un lugar muy pequeño, pero era lindo para cantar. Siempre el ambiente era muy cálido, me gustaba mucho. Hoy el lugar ya creció y creo que bien podría llamarse "El Cuarto", jeje!
Bueno el caso es que uno de aquellos sábados, llegó junto a un amigo mío, con quien estudié en la universidad, una muchacha "casi rubia", alta, muy blanca, de ojos claros y que siempre estuvo muy atenta a lo que yo cantaba. Esa noche estaba yo cantando solo, sin los Altibajos y la pareja se quedó hasta el final (hasta las once de la noche más o menos), y se quedaron para saludarme. Creo que en realidad mi amigo quería presumir su compañía, pues me dijo "Ester y yo fuimos novios" (qué bruto pensé, por qué ya no son novios!). Después de un par de preguntas y respuestas, caí en la cuenta de que ella, Ester Mayorga, era hija de un amigo mío, Víctor Mayorga.
Ella se mostró muy cortés y me pareció muy simpática y agradable.
La noche terminó, yo cargué con mis "chivas" y no pasó nada más.
Semanas después recibí una linda sorpresa!
Ester escribió a mi correo, comentándome sobre aquella noche en que nos conocimos y contándome también su gusto por escribir poesía. Yo confieso que nunca había escuchado su nombre como escritora, pero me causó mucha alegría volver a saber de ella y sobre todo en relación con ese asunto tan apasionante que es la poesía.
A partir de ese momento me interesé por conocer lo que Ester escribía, aunque no tuve muchas posibilidades, hasta que en marzo del 2009 apareció ella nuevamente, una noche en que cantábamos los Altibajos y yo, en Royal París y me regaló dos de sus libros de poesía: "Vida Disoluta, Pecado Original" y "Apariencias Ligeras, Súbitas Transformaciones". Con este último había sido premiada en agosto del 2008, por la Alianza Francesa, en el "XX Certamen de Poesía "Víctor Villagrán Amaya". Entonces pude conocer su poesía y darme cuenta de que en realidad había yo conocido a una persona que lleva la poesía recorriendo sus venas!
(sé que Ester escribió después el libro "Versos Monocromo" pero no lo conozco).
(sé que Ester escribió después el libro "Versos Monocromo" pero no lo conozco).
El correo electrónico nos sirvió para intercambiar ideas y emociones relacionadas con la poesía y con las canciones de la trova, que para entonces ya sabía yo que a Ester le gustaban.
Después, mediando agosto 2009, me propuso Ester cantar en alguna de las actividades que el "Club de Poesía Casa los Altos" -en el que ella participaba- organizaba frecuentemente en el "Centro Cultural Casa Los Altos" (Xela). Acordamos hacerlo un jueves por la noche y recuerdo que esa fué una actividad muy rica para mí. Habrían 10 o 15 personas, ¡pero de aquellas que valen 1000! El ambiente muy íntimo, muy cálido, realmente lindo para cantar, para decir poesía, para encontrarse con las almas de la gente presente.
Canté mis canciones, conté sobre ellas, me emocioné con cada una y creo que los presentes así lo sintieron. Esa noche fuí profundamente felíz!
Ester preparó el anuncio que aparece a la derecha, para invitar a la gente que asistió a esa reunión.
Por mi parte, yo quise agradar también a Ester y durante un par de noches previas a aquel jueves, me dispuse a musicalizar uno de los poemas que encontré en aquellos libros que me regaló Ester y lo canté esa noche. Personalmente nunca había experimentado yo el encuentro con la persona que escribió un poema que yo musicalizara. Aquella fué "mi primera experiencia" (hasta hoy la única) y significó muchas emociones fuertes. Recuerdo que Ester dejó caer muchas lágrimas de emoción y me abrazó cuando terminé de cantar, mientras el resto de poetas aplaudían. Fué un momento lindo y yo supe que mi esfuerzo y el fruto logrado habían agradado a Ester. ¡El encuentro de la poesía y la música en una canción había ocurrido!
El poema que escogí para musicalizar fué el que Ester llamó "Bohemia, Solitaria y Trovadora". A mí me pareció que ese poema era una especie de "auto-retrato", al "hacer cuentas" de lo que hasta ese momento yo conocía de Ester y por eso creí que era "el indicado" para cantarlo aquella noche. Este es el texto original del poema escrito por ella:
Bohemia, Solitaria y Trovadora
(EMMA)
Tendrás que cauterizarte algunas venas
para no desangrarte el alma
tu guitarra sin cuerdas, triste canto
gritas al mundo que has sido ciega
y has enmudecido
la moral te ha confiscado algunos poemas
no le basta con censurarte la conciencia
te quiere desnuda, pero te acusa de indecente
bohemia, solitaria y trovadora
no seas sincera
la verdad es de hielo y cenizas
tus pies no están descalzos
vagabunda de las horas
te fumas el tiempo y exhalas dolor
pero algunas veces
te hace bien la soledad
bohemia, triste, trovadora
La tarea de musicalizar algún poema acarrea también el trabajo de adaptar el texto a la música, porque la música es "matemáticamente exacta", mientras que en los versos libres la medida está en manos de quien escribe. El esfuerzo que se hace debe lograr mantener la esencia del poema. El riesgo que se juega el músico es cambiar esa esencia. Por supuesto, es un riesgo a la vez placentero... ¡que yo me jugué sin temor!
Yo tenía además la gran oportunidad de conocer la reacción de Ester inmediatamente después de cantar por primera vez aquella canción, así que el riesgo valía la pena!
Esta es la adaptación del texto que hice, y con el resultado Ester solamente me dijo: "qué lindo! me devolvió la vista!" (aludiendo al verso en que ella escribió "gritas al mundo que has sido ciega" y yo lo cambié por "gritas al mundo que no has sido ciega").
Bohemia, Solitaria y Trovadora
(Texto: Ester Mayorga y Otoniel Mora. Música: Otoniel Mora)
Tendrás que cauterizarte algunas venas
para no desangrarte el alma
tu guitarra sin cuerda, triste canta
bohemia, solitaria y trovadora
la moral te ha confiscado algún poema
no le basta con censurar conciencias
te quiere desnuda, pero te acusa de indecente
bohemia, solitaria y trovadora
gritas al mundo que no has sido ciega
y has enmudecido
pero aún siendo siempre sincera
la verdad es un hilo
que separa el hielo de la hoguera
tus pies no están descalzos, ni hay camino
vagabunda de todas las horas
te fumas el tiempo y dolor es lo que exhalas
bohemia, solitaria y trovadora
pero algunas veces -tú lo has dicho-
te hace bien el hecho de estar sola
mujer que en el silencio escucha el canto de la nada
bohemia, solitaria y trovadora
bohemia, solitaria y trovadora
bohemia, solidaria y trovadora
bohemia, solitaria y trovadora
bohemia, solidaria y trovadora
Después ha pasado tiempo... ¿3 años?. Ester decidió viajar, buscarse... y al parecer se encontró, en otro lugar, donde hoy su poesía alumbró además a otro pequeño ser, que caminará de su mano y la de su padre, y quizá algún día conocerá esta pequeña historia, en que un poema y una melodía se encontraron para dar a luz una canción... escúchela...
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