En el año 1997, cerca del fin de año (como hoy) y por razones que trato de recordar en este solitario momento, estaba yo escribiendo "Cosas Serias"...
¿En qué estaba pensando? ¿Qué pulga me andaba picando? Eso me he preguntado montones de veces que escucho o que canto "Cosas Serias". (La escucho cuando hago sonar alguna grabación de mí mismo, no hay más pretensión en eso... solo yo canto esta mi canción, querida, a veces aplaudida, parte de mi maleta, y almohada de muchas de mis intenciones de "cantautor").
Mucho pasaba a mi alrededor en aquella época, pero sobre todo, mucho pasaba dentro de mí.
Y bueno, lo que he pretendido siempre (y pocas veces lo he logrado, digo yo...) es poner en palabras y notas musicales (es decir, canciones), eso que a mi alrededor o en mi interior me anda jodiendo, provocando sensaciones, pensamientos, inconformidades, miedos, rencores, alegrías, rubores, vergüenzas tristezas y ese tipo de cosas, que por alguna razón caben algunas en la palabra "emociones" y otras en los noticieros...
Muchas veces quise hacer una "buena" grabación de "Cosas Serias" y lo logré hace varios años, en ANDES Producciones. Danilo Rodríguez hizo un "fastuoso" arreglo donde incluso llegó a grabar un trompetista de Totonicapán (un estudiante avanzado del Conservatorio de Música y trompetista de alguna orquesta de Toto, que aceptó grabar mi canción). Danilo grabó un lindo piano, una batería complicadísima para los bateriístas que conocíamos en ese tiempo, el bajo y varios otros sonidos. Yo canté (solamente eso). A estas alturas no recuerdo en qué año se hizo eso (solo creo que fué antes del año 2000) y tampoco tengo la grabación. Pregunté a Danilo hace algún tiempo y tampoco me dió buenas noticias. Ni modo, muchas cosas se han perdido de aquella época.
Ahora, atando hilos para escribir esta nota, recuerdo que la canción inició por una enorme "duda filosofal"!: ¿qué somos? y me sobrevino la respuesta!: "un montón de historias, trapos viejos, rencores y un poco de amor". ¿y eso sirve para vivir? pues debe ser, porque con eso "andamos recogiendo - cada cual con su poco de amor- las pocas esperanzas que el mercado nos dé sin dolor". Creo que con eso dejo claro que el mercado es una cosa jodida (o mejor una "cosa seria"), por lo menos desde mi humilde punto de vista, de ser humano que ha tenido que ver con el mercado, cada día de su vida, directa o indirectamente, pero sobre todo, inevitablemente... (probablemente como todos los demás!) y además, como hombre que ha vivido en esta época del mundo, en que el mercado se ha convertido en "la economía", en la religión, donde (parafraseando a Sabina), el "único Dios verdadero, hace valer su nombre... el dinero". Eso es "cosa seria".
Pero ¿quién quiere hablar de eso? de las cosas serias es mejor no hablar, eso hay que dejárselo a los políticos, que "sabrán qué hacer con la vida de nosotros"... jeje, hay que jugar con la ironía para soportar los días...
De estudiante me tocó lidiar con el mercado, cuando sufrí los exámenes de micro economía... el CUNOC fué testigo de aquel sufrimiento! (pero gané! ¿qué gané?)
De estudiante me tocó lidiar con el mercado, cuando sufrí los exámenes de micro economía... el CUNOC fué testigo de aquel sufrimiento! (pero gané! ¿qué gané?)
Para no perder el hilo del mercado, la reflexión me llevó a darme cuenta de que en el mercado todo se vale, todo se vende si alguien compra. ¿por qué no la vida? ¿por qué no vender vidas? Los esclavos fueron mercancía que se vendía, fueron propiedad del señor feudal o de cualquier otro emperador en las viejas etapas de la historia de la humanidad. Pero hoy día, 21 siglos de civilización acumulados no han podido evitar que se trance con la vida humana (para no hablar de otras vidas...). Se compran y se esclavizan mujeres, niños, ancianos, para ser usados... pasa todos los días. Pero se compra y se vende de todo! No digamos las voluntades que se compran para lograr una "elección" política para ganar la presidencia de un país o "algo similar". Recuerdo que estábamos cerca de un proceso electoral cuando escribí esa estrofa que habla de "comprar vidas". Para mí esta es una "cosa seria".
Pienso que cuando yo estaba escribiendo "Cosas Serias" habría pasado poco tiempo de que una gran masa de familias guatemaltecas que se habían refugiado en el Estado de Chiapas, México (como uno de los derivados de la guerra que sufrió Guatemala), empezaron a volver al país. Recuerdo que el día que llegó el primer "contingente" de guatemaltecos provenientes de Chiapas y con rumbo a la incertidumbre (creo que iban rumbo a lo que hoy es Playa Grande o Ixcán, El Quiché), cantamos con el Grupo Kenchas en "4 Caminos", Totonicapán. Aquello fué una cosa muy emotiva. Rigoberta Menchú estuvo en la misma tarima que nosotros, para "dar la bienvenida" a los paisanos. Y bueno, los paisanos volvían al mismo lugar de donde partieron y yo cantando en primera persona me imaginé lo que podría pensar cualquiera de aquellos que se fueron años antes y regresaban: "ya se que nuevamente me encuentro en el mismo lugar, no se por qué pensé que las cosas podrían cambiar". Eso es "cosa seria".
Pero en fin "ya se que todo el mundo quiere siempre ganar, y con todas nuestras humanas imperfecciones eso nos hace "presa de nuestra libertad". Creo que el mercado es tan perfecto, que es capaz de mostrar y sacar a luz las imperfecciones nuestras, las de las personas. Para mí el mercado es una manifestación de nuestra naturaleza pura. Los seres humanos tenemos tantas necesidades para sobrevivir como los animales. Eso nos hace perseguir lo que necesitamos, arrebatarlo, quitarlo, acumularlo, esconderlo, intercambiarlo, venderlo, encarecerlo, especular con ello, engañar, enriquecernos. Mostrarnos (como dice el Sr. José Mujica, Presidente actual de Uruguay) como lo que verdaderamente somos. Por eso para mí, el mercado es salvaje, perfectamente salvaje, porque representa nuestro estado más humano, más animal. La civilización que proclama la humanidad y su desarrollo, está lejos. Esa no se logra desde nuestro estado puro, esa requiere de esfuerzos más allá de los que estamos acostumbrados a hacer. Requiere de reconocer nuestras imperfecciones y de aceptar que el resto de humanos también buscan lo mismo, y que por tanto, bien valdría hacer las cosas entre todos, repartiendo responsabilidades, derechos y beneficios, de forma superior a la simple competencia por lograr más que el otro. ¿se podrá? "todo el mundo quiere siempre ganar" y terminamos siendo "presa de nuestra libertad". Eso es "cosa seria".
Y bueno... pasan tantas cosas.
Muchos niños, niñas se conciben, nacen, crecen, sin amor.
Después nueve meses a algunas niñas que aún no cumplen muchos años ya se les llama "mamá". Después de un par de años, su propio hijo/hija también lo hará...
Y que pasen las cosas! en el camino se arreglan las carretas.
10, 12 años después, las pandillas que ahora tienen apodo de "maras" juntan a muchos de aquellos niños/niñas que nacieron así, les "protegen" la piel con tatuajes y les hacen aprender el oficio de la violencia... y en el camino las carretas siguen sin arreglarse... Ni modo ¿qué hacer? Esto es una cosa seria! otra cosa seria!
Y pasan tantas cosas digo... y se dicen tantas otras. Por ejemplo, que Guatemala es un país enormemente rico! con recursos naturales únicos, con una ubicación increíble, envidiable. Con mucho potencial. Creo que sí. Sin embargo lo más abundante aquí es la pobreza. La miseria abunda. Se capitaliza! se acumula! Creo que esa es la verdadera riqueza de nuestra sociedad! "Cosa seria" también.
Pero volviendo a los recuerdos que voy encontrando de aquel diciembre del 97, cuando escribía yo "Cosas Serias", sé que mis niños eran pequeños (habiendo nacido en el '91, '93 y '95), pero ya con el naciente gusto por la pelota y las patadas. Y las patadas era precisamente lo que había que prevenir porque aquellas "chamuscas" de fútbol con facilidad terminaban en pleito si no arbitraba su "ecuánime" papá: yo! "Cosa seria" eso del fútbol "familiar".
El mismo fútbol -pero visto en la tele- me hizo saber de lo que podría ser capaz la mitad de mi vida si yo no aprendía a balancear la tele con la vida! Aclaro que el "Ronaldo" que menciono en "Cosas Serias" es el brasileño, el gordito (o gordote!) y no el presumido que modela hoy para las cámaras de televisión cada vez que mete un gol. De que los mete, los mete, pero todo lo grande que eso lo hace, se vuelve invisible para mí como premio a su pedantería. La humildad entonces es una "cosa seria" que muestra nuestro verdadero tamaño.
Y finalmente, los "Súper Chivos" del Xelajú M. C. (Mario Camposeco), me regalaron la idea de la última estrofa, cuando después de haber logrado ser campeones nacionales por tercera vez (en 1996) empezaron a perder partido tras partido... y me dí cuenta que "el fútbol juega con nuestra felicidad" y eso es "cosa seria".
Así me explico hoy día esta mi canción... y así se las cuento.
Este es el texto:
Cosas Serias
Texto y Música: Otoniel Mora
25 de diciembre de 1997
Ya no es ningún
secreto
que somos tan solo un montón
de historias,
trapos viejos
rencores y un poco de amor
Que andamos
recogiendo
- Cada cual con su poco de amor-
las pocas
esperanzas
que el mercado nos dé sin dolor
Ya se que no es
momento
Nunca para hablar
De cada cosa seria
que nos toca lidiar
ya se que en estos
tiempos
las vidas se pueden comprar
no se por qué
recuerdo
en la historia, algo muy similar
ya se que
nuevamente
me encuentro en el mismo lugar
no se por qué pensé
que las cosas podrían cambiar
ya se que todo el
mundo
quiere siempre
ganar
ya se que somos
presa
de nuestra libertad
|
Ya se que ese
muchacho
que anda solo, no se quiso casar
y se que hay una
niña que a sus años
Ya le dicen mamá
Ya se que cosas
serias
no debiera siquiera pensar
que la carreta
avance
y las ideas habrán de llegar
Ya se que la
miseria
Siempre ocupa un
lugar
Ya se que es la
riqueza
De nuestra sociedad
Ya se que cuando
escuche
un llanto, debo dejar de
cantar
mis niños empezaron
el juego
y habrá que arbitrar
Ya se que la mitad
de mi vida me quiere matar
Por causa de la
tele
En que Ronaldo volvió a anotar
Ya se que el "súper chivos"
Solo pudo empatar
Que el fút-bol
juega con
nuestra felicidad
|
Hace un par de semanas tuvimos la oportunidad de cantar en una reunión social, Gabriel Rodríguez (percusionista) y su hermano Danilo Rodríguez (pianista y arreglista, el mismo que hizo el arreglo y grabación de "Cosas Serias" hace más de 10 años (y que hoy no encuentro por ningún lado!) y yo. Les pedí que cantáramos "Cosas Serias". Prácticamente la improvisamos después de tantos años de no cantarla juntos. Hoy día Danilo está muy interesado en el "jazz" y el sonido de su piano lo demuestra. La percusión de Gabriel complementa perfectamente el momento y muestra la energía que sentíamos. Así que yo padecí al inicio para empezar a cantar! pero no me importa mostrar eso, porque la oportunidad de haber cantado con "los dos Rodríguez" es para mí muy valiosa. Seguramente usted coincidirá conmigo cuando escuche el piano y la percusión que quedó perpetuada en esta grabación. Yo simplemente canté (a como pude!) y toqué la guitarra y el efecto del viento/voces que se escucha.
Acá está la grabación, no es perfecta, pero espero que usted la disfrute como yo...
Danilo Rodríguez (pianista) y yo |
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