Portada del disco Canto de la Calle, del grupo Kenchas. Fue pintada por Kevin Escobar, integrante del grupo. |
Siempre me ha indignado el hecho de que algunas personas tengan que vivir en la calle, mucho más cuando se trata de niños o niñas. ¿acaso alguien nace por decisión propia? ¿qué tiene que pagar entonces en esa forma tan dura... viviendo en la calle?
Recuerdo que en la Casa Verde -un Café Cultural- que hubo hace algunos años en Xela, se hacían discusiones por las noches, sobre temas de interés. En una de esas noches un representante de una ONG que hace trabajo con la niñez dijo que la situación de la niñez en la calle se clasificaba en: Niños/as de la calle (quienes viven en la calle siempre...) y Niños/as en la calle (quienes solamente trabajan en la calle, pero tienen un lugar al que acuden por las noches o en sus horas de descanso). ¿cuánta diferencia hay en eso? casi nada... especialmente si nos ponemos a pensar en cuánto tiempo están en la calle (los niños/as en la calle) y cuánto "fuera" de ella, para "descansar". Pero bueno, alguna diferencia habrá...
Recuerdo que en la Casa Verde -un Café Cultural- que hubo hace algunos años en Xela, se hacían discusiones por las noches, sobre temas de interés. En una de esas noches un representante de una ONG que hace trabajo con la niñez dijo que la situación de la niñez en la calle se clasificaba en: Niños/as de la calle (quienes viven en la calle siempre...) y Niños/as en la calle (quienes solamente trabajan en la calle, pero tienen un lugar al que acuden por las noches o en sus horas de descanso). ¿cuánta diferencia hay en eso? casi nada... especialmente si nos ponemos a pensar en cuánto tiempo están en la calle (los niños/as en la calle) y cuánto "fuera" de ella, para "descansar". Pero bueno, alguna diferencia habrá...
Volviendo al punto central, ¿qué vida se puede tener en la calle? ese lugar que es de todos y es de nadie, donde puede pasar cualquier cosa en cualquier momento, y cada vez más contaminado de todo... por supuesto, de humo, de ruido, pero sobre todo de violencia, de inseguridad, y por las noches lleno de soledad, de frío, de angustia, de incertidumbre, de ayer y de hoy, pero quizá sin mañana... una vida de perspectiva muy inmediata, que requiere asegurarse el ahora, sin pensar en muchos días más. Eso -creo yo- es precisamente lo que hace que la calle sea realmente un lugar terrible para vivir, y allí viven niños y niñas, igual que adultos, viejos, indigentes, ladrones, locos, locas, olvidados...
Pero más allá de todo eso... ¿qué hacer? ¿se puede evitar eso? en algunos países esa situación ha alcanzado características de tragedia (Brasil, por ejemplo) y en otros, como el nuestro, muy probablemente también, pero al estar alejados de la información, al no producirse números, estadísticas ni datos serios, no nos acercamos a saber qué es lo que realmente pasa. Ni modo... casi que queda decir solamente, ni modo...
Algunas sociedades también han enfrentado esa jodida realidad, que resulta casi siempre de las barreras que impone nuestro modelo social de propiedad, nuestros mecanismos sociales de acumulación de riqueza, o tal vez mejor dicho de acumulación de pobreza! y han reducido y hasta eliminado esa situación, haciendo desaparecer esa triste expresión de "niños de la calle".
No tengo yo respuestas para resolver esa problemática, tampoco la responsabilidad es solo mía, creo que las ideas y soluciones se deberían crear entre todos/as, pero me resulta obvio que no es "un problema prioritario" al qué atender. Así que desde mi posición de cantor, hace varios años me dí a la tarea de escribir el "Canto de la Calle", solamente con mis armas: la música y las palabras, esperando que pudiera ser escuchado, como un llamado de atención, como un reclamo o incluso, como una esperanza de la niñez que sufre esa marginación.
Escribí el "Canto de la Calle" en marzo de 1995. En esa época yo era parte del Grupo Kenchas y teníamos la oportunidad (y nos habíamos dado a la tarea de) cantar también en la calle. En esas condiciones muchas veces intercambié ideas con niños (y algunas niñas) que trabajan en el parque central de Xela, que lustraban zapatos o vendían alguna cosa. Los niños y niñas que vendían, generalmente cumplían instrucciones de sus padres. Se notaba que los que realmente vivían su vida en la calle olían "pega", robaban, hacían lo que fuera para vivir y eso, con toda seguridad no ha cambiado, al contrario, la cantidad habrá aumentado. Recuerdo que habían niños de Momostenango, de Santa Lucía La Reforma, de Cabricán, que se habían ido de su casa para vivir en Xela y acá estaban. Hoy serán hombres ¿qué clase de hombres...? También he visto, al menos a uno, que cambió su vida radicalmente (y se identificaba mucho con los Kenchas), se puso a trabajar lavando carros y luego en una gasolinera y finalmente empezó a vender lubricantes automotrices por cuenta propia. En fin... cuántas cosas pasan en la calle sin darnos cuenta...
La canción nació entonces de pensar en la calle, de cantar en la calle, de conversar con personas en la calle y de conmoverme con todas esas historias que se van oyendo, reales o no, pero que envuelven esa nuestra "realidad urbana".
Acá está el texto de la canción. Está escrita en primera persona, como si fuera un niño o una niña de la calle quien la canta. Eso con la intención de proponerle a quien la escucha que imagine eso... que un niño o una niña le esta hablando de "ellos/as, en la calle".
Canto dela Calle (Otoniel Mora)
Recuerdo que cuando anunciamos la publicación del disco del grupo Kenchas, que contenía mi canción, y que al mismo tiempo se llamaba "Canto de la Calle", hicimos una "conferencia de prensa" (tremenda cosa para nosotros, los Kenchas, en aquel momento), y apareció una noticia en el período en esa semana. Fue publicado el texto de mi canción, y todo aquello fue muy emocionante para mí, que en mi interior pensaba que con eso estaba yo iniciando una "reflexión masiva" sobre el problema. Eso no ocurrió. Yo esperaba demasiado de una canción, de lo que puede hacer un grupo musical y creo, sobre todo, que esperaba demasiado de la gente, de la sociedad que somos...
Quise recuperar el recorte de prensa de esa vez, para publicarlo acá, pero no lo tengo, nunca lo tuve. Consulté a mis amigos "ex-Kenchas" y tampoco logré nada. Entre nosotros el recorte está perdido. Solo sé que eso debió pasar entre julio y agosto del 98. (aprovecho para preguntar si algún lector lo tiene... regáleme una copia por favor!).
Lo que sigue es la grabación que hicimos con los Kenchas. En el disco participamos: Danilo Rodríguez (director musical), Gabriel Rodríguez, Edson Rodríguez, Fernando Juárez, Kevin Escobar y yo. También están en la grabación las voces de varios hijos nuestros; Edson René Mora Torres, Andrea Rodríguez, Javier Mora Torres, Fernanda Juárez, que hacen comentarios al inicio de la canción y al final, ellos rondaban los 5 y 6 años de edad en aquella época. Cantaron también Erick Estrada y Jeni Calderón, niño y niña en aquel momento, de quienes son las voces que hacen algunas de las estrofas de la canción. Un grupo de más de 10 niños/as, estudiantes del Conservatorio de Música de Quetzaltenango, también participaron haciendo el "coro grande" que se escucha en la parte final de la canción, antes de los comentarios sobre Dios, que hacen Edson Mora y Andrea Rodríguez (sobre si existe o no Dios y si nos da de comer...)
Cuando presentamos el disco se habían incorporado al grupo, el español Mario Jordi y Alejandro Morales, que durante una época también fueron parte del Grupo. Todos estamos en la siguiente foto y alguien que escribió un poema para el grupo Kenchas.
La canción nació entonces de pensar en la calle, de cantar en la calle, de conversar con personas en la calle y de conmoverme con todas esas historias que se van oyendo, reales o no, pero que envuelven esa nuestra "realidad urbana".
Acá está el texto de la canción. Está escrita en primera persona, como si fuera un niño o una niña de la calle quien la canta. Eso con la intención de proponerle a quien la escucha que imagine eso... que un niño o una niña le esta hablando de "ellos/as, en la calle".
Canto de
Por los niños y niñas de la calle.
Marzo de 1995.
Somos Un llanto sin cuna al empezar Somos La ilusión, la luna, al caminar Somos Lo que pocos quieren recobrar Que parece fácil de olvidar Lo que no hace falta en el hogar Lo que no es de amar Somos La esperanza verde sin hablar Somos Una espera fiel de humanidad Somos Cada día un nuevo despertar Un espacio más que reclamar Una forma simple de cantar Muchas vidas más Somos mucho más Mucho más que sueños Somos mucho más Mucho más que historias Somos mucho más Mucho más que un tosco caminar Mucha vida junta en un lugar Cicatrices antes que jugar Somos el candor | Somos Una manos viejas sin edad Somos El futuro crudo en libertad Somos El silencio cruel de soledad La mirada dura que al pasar Aniquila sueños sin pensar Y quita sin dar Somos Siempre las promesas de alguien más Somos Un temor vacío en la ciudad Somos Quienes sufren con la libertad Consecuencia de esta sociedad Del mercado libre y su ansiedad Pero damos más Somos mucho más Mucho más abiertos Somos mucho más Mucho más aliento Somos mucho más Que lo que pretende la piedad Somos fuerza y somos realidad Somos mucho más que la verdad Somos el amor |
Recuerdo que cuando anunciamos la publicación del disco del grupo Kenchas, que contenía mi canción, y que al mismo tiempo se llamaba "Canto de la Calle", hicimos una "conferencia de prensa" (tremenda cosa para nosotros, los Kenchas, en aquel momento), y apareció una noticia en el período en esa semana. Fue publicado el texto de mi canción, y todo aquello fue muy emocionante para mí, que en mi interior pensaba que con eso estaba yo iniciando una "reflexión masiva" sobre el problema. Eso no ocurrió. Yo esperaba demasiado de una canción, de lo que puede hacer un grupo musical y creo, sobre todo, que esperaba demasiado de la gente, de la sociedad que somos...
Quise recuperar el recorte de prensa de esa vez, para publicarlo acá, pero no lo tengo, nunca lo tuve. Consulté a mis amigos "ex-Kenchas" y tampoco logré nada. Entre nosotros el recorte está perdido. Solo sé que eso debió pasar entre julio y agosto del 98. (aprovecho para preguntar si algún lector lo tiene... regáleme una copia por favor!).
Lo que sigue es la grabación que hicimos con los Kenchas. En el disco participamos: Danilo Rodríguez (director musical), Gabriel Rodríguez, Edson Rodríguez, Fernando Juárez, Kevin Escobar y yo. También están en la grabación las voces de varios hijos nuestros; Edson René Mora Torres, Andrea Rodríguez, Javier Mora Torres, Fernanda Juárez, que hacen comentarios al inicio de la canción y al final, ellos rondaban los 5 y 6 años de edad en aquella época. Cantaron también Erick Estrada y Jeni Calderón, niño y niña en aquel momento, de quienes son las voces que hacen algunas de las estrofas de la canción. Un grupo de más de 10 niños/as, estudiantes del Conservatorio de Música de Quetzaltenango, también participaron haciendo el "coro grande" que se escucha en la parte final de la canción, antes de los comentarios sobre Dios, que hacen Edson Mora y Andrea Rodríguez (sobre si existe o no Dios y si nos da de comer...)
Cuando presentamos el disco se habían incorporado al grupo, el español Mario Jordi y Alejandro Morales, que durante una época también fueron parte del Grupo. Todos estamos en la siguiente foto y alguien que escribió un poema para el grupo Kenchas.
Recuerdo que algunas personas creían que la canción se llamaba "Canto de la Calle" porque el grupo Kenchas "cantaba en la calle". Y bueno... aunque no fue esa precisamente la razón de su nombre, ¿por qué no pensar que esa es otra razón para llamarle así a esta mi canción?
El Grupo Kenchas actuando en la 11 avenida de la zona 1 de Xela, en el frontispicio del Palacio Municipal |
ESTOY PREPARANDO UN MONTON DE MATERIAL DE LOS KENCHAS PARA QUE GOCEMOS VIEJAMENTE. ENFERMEDAD, SOTO.
ResponderEliminarQué bien Edson!
ResponderEliminar(mi hermano menor "Pelé"! dentro de mi familia Kenchas).
Qué bueno que podamos recordar todo lo que hicimos siendo Kenchas y con eso revivir grandes y lindos momentos.
Salú!