Nunca lo había visto, pero escuchaba sobre él solo tonterías... que "perdía el tiempo todo el día", que siempre andaba desocupado, que no tenía nada qué hacer y "ya está grande... y no hace nada...".
Me parecía que se hablaba de un chiflado, pero hasta envidia me causaba en realidad, poder hacer todo eso que se decía que él hacía: Nada!
Yo ya estaba cargado con una familia en aquel entonces (que siempre me ha hecho feliz, sabiendo que la felicidad no es constante, ni es un momento, sino un camino, que "no es", sino que hay que hacer...). Era la segunda mitad de los años 80's y las vidas de los que éramos Los Kenchas, estaban totalmente en efervescencia... para nosotros la música era todo y todo era música.
Recuerdo que en la Colonia El Maestro, de Xela, cerca de donde ensayábamos muchas veces Los Kenchas, se escuchaba el sonido de una kena, muy fuerte y bien entonada, tocando una música muy cercana a la que tocábamos nosotros. Era la kena de Kevin... yo no sabía aún quién era él, pero me llamaba mucho la atención esa música.
Lo conocí, porque Edson Rodríguez, uno de los Kenchas (que era tan abierto , que a todo fulano que le escuchaba tocar música andina, lo invitaba a ser parte de Los Kenchas, cosa que nos causaba muchas incomodidades y malos entendidos, con gente simpática que se interesaba en la música, pero que no podía estar dentro del grupo... así "nomás"). Pero bueno... Kevin era Kevin, lo conocimos, y tiempo después tendría su lugar dentro de los Kenchas!
Un día de tantos, ya amigo nuestro, se apareció en el parque central de Xela, donde estábamos tocando Los Kenchas, y sin más ni más, por algún motivo se puso a tocar con nosotros, como si fuera "uno de los nuestros", y eso fue muy alegre. Creo que ese día Kevin terminó "integrado" a Los Kenchas. Llevaba una "boina" enorme, que le cubría desde la frente hasta la espalda, "abajito" de los hombros (o más bien, yo pensaba que aquello era una boina!, ahora ya no estoy seguro...).
En realidad Kevin estaba joven, aunque por su estatura aparentaba más años de los que tenía. Pero el punto es que en poco tiempo se sintonizó totalmente con el grupo y nosotros, "nuestro organismo grupal" aprendió a convivir con él rápidamente, sin ningún rechazo, y fue parte de todo, durante muchos años, hasta que se hizo casi imprescindible. Dejó de serlo, cuando finalmente nos dejó, y no solo a nosotros sino incluso al país, para instalarse en el norte. Nos dejó un vacío enorme, que en realidad nunca se pudo rellenar.
Mientras estuvo acá, él mismo era siempre una fiesta!
Era todas las artes juntas en él mismo! pero nunca revueltas, más bien, cada cosa en su lugar.
Era músico, tocaba los instrumentos de viento andinos (las kenas, las zampoñas, las tarkas, los rondadores, los kenachos, etc.), y los de percusión (el bombo, los bongoes, las congas, etc.), pero era también actor! y era un mimo impresionante! dramatizaba muchos personajes, creó muchos personajes. Tenía elaborados dramas enteros, escenas completas con mensajes profundos y claros. Enmedio de las actuaciones de Los Kenchas, de pronto asumía alguno de sus personajes (me recuerdo de John Pipol, o de La Bandera...) y con ellos envolvía a la gente que estuviera cerca y la que no, se acercaba... Era un patinador excelso, artístico y también temerario! bajó muchas veces la Cuesta Blanca en sus patines! saltaba de forma acrobática sobre los túmulos de la 19 avenida! (frente al colegio La Patria). En sus patines se hizo mesero de un café (y con eso impresionaba a la gente, llevándoles los platos de comida y bebidas!). Sabía andar en zancos y las estructuras del equipo de sonido de Los Kenchas se volvían zancos cuando no nos dábamos cuenta! Estaba loco!
Pero por encima de todo aquello, Kevin ha sido dibujante y pintor. Creo que es el arte con el que más se identifica y aquí tengo varias muestras de ello. Lo que aparece a la derecha es el dibujo que tiene para identificarle en su "feisbuc". Puede reconocerse su rostro (¿auto-retrato?) en el dibujo y otro montón de cosas típicas de su estilo "surrealista", siempre lleno de elementos con significados precisos y con intenciones claras.
Aún recuerdo que mientras éramos parte de Los Kenchas (en la década de los 90's), yo soñaba con poder grabar un disco completo en estudio, con canciones mías (y eso no pasa aún... qué chambón soy...), y ese disco se llamaría "Reflejos". De hecho, cuando alguna vez eso suceda, se llamará así. Para ese disco le pedí a Kevin que pintara lo que el nombre le sugiriera, para usarlo como portada. Él no vaciló y en una semana me presentó esta pintura, que guardo conmigo, esperando su momento para ser la portada de mi disco "Reflejos":
Por aquel tiempo también, cuando Los Kenchas hicimos nuestra cuarta grabación, por unanimidad decidimos que Kevin debía pintar la portada del disco, así que con el título en la mano, "Canto de la Calle", Kevin se dió a la tarea de observar en el parque a un muchacho que lustraba zapatos y lo pintó, e incluyó esas ideas suyas que siempre aparecen en sus cuadros, o desaparecen, como en este, en que la persona "dueña" del zapato que se está lustrando, desapareció...
Recientemente (cuando nos encontramos y pusimos en contacto por medio del "feisbuc") me sorprendió, cuando me envió un dibujo en el que me dijo que ilustró a un trovador!
Me dijo que eso hay en el dibujo! un ser que hace música... la música que se convierte en alimento del alma! je je! no pensé que un trovador fuera una cosa tan extraña!, pero ese es el punto de vista de Kevin, expresado a través de sus manos.
También me hizo un regalo muy especial, luego de conocer (recientemente) mi canción "Días de Ausencia", diciéndome que había dibujado las imágenes que la canción le hacía ver, y me envió este dibujo "triste..."
En fin... Kevin es uno de esos amigos que me han dejado marcado. Por todo, por la amistad, por el arte, por los buenos momentos, por lo vivido, por lo bailado, por los silencios, y también por su ausencia.
Creo que Kevin vive bien, lejos de Guatemala, con su propia familia, con su propio camino, con su propia felicidad, y aunque acá le hemos extrañado sus amigos, me alegra profundamente poder recibir aún sus muestras de amistad, poder enviarle las mías y poder decirle ¡gracias!
El Kevin de hoy aparece a la izquierda!
Salú Kevin!
Aún recuerdo que mientras éramos parte de Los Kenchas (en la década de los 90's), yo soñaba con poder grabar un disco completo en estudio, con canciones mías (y eso no pasa aún... qué chambón soy...), y ese disco se llamaría "Reflejos". De hecho, cuando alguna vez eso suceda, se llamará así. Para ese disco le pedí a Kevin que pintara lo que el nombre le sugiriera, para usarlo como portada. Él no vaciló y en una semana me presentó esta pintura, que guardo conmigo, esperando su momento para ser la portada de mi disco "Reflejos":
Por aquel tiempo también, cuando Los Kenchas hicimos nuestra cuarta grabación, por unanimidad decidimos que Kevin debía pintar la portada del disco, así que con el título en la mano, "Canto de la Calle", Kevin se dió a la tarea de observar en el parque a un muchacho que lustraba zapatos y lo pintó, e incluyó esas ideas suyas que siempre aparecen en sus cuadros, o desaparecen, como en este, en que la persona "dueña" del zapato que se está lustrando, desapareció...
Recientemente (cuando nos encontramos y pusimos en contacto por medio del "feisbuc") me sorprendió, cuando me envió un dibujo en el que me dijo que ilustró a un trovador!
Me dijo que eso hay en el dibujo! un ser que hace música... la música que se convierte en alimento del alma! je je! no pensé que un trovador fuera una cosa tan extraña!, pero ese es el punto de vista de Kevin, expresado a través de sus manos.
También me hizo un regalo muy especial, luego de conocer (recientemente) mi canción "Días de Ausencia", diciéndome que había dibujado las imágenes que la canción le hacía ver, y me envió este dibujo "triste..."
En fin... Kevin es uno de esos amigos que me han dejado marcado. Por todo, por la amistad, por el arte, por los buenos momentos, por lo vivido, por lo bailado, por los silencios, y también por su ausencia.
Creo que Kevin vive bien, lejos de Guatemala, con su propia familia, con su propio camino, con su propia felicidad, y aunque acá le hemos extrañado sus amigos, me alegra profundamente poder recibir aún sus muestras de amistad, poder enviarle las mías y poder decirle ¡gracias!
El Kevin de hoy aparece a la izquierda!
Salú Kevin!
Kevin seguramente lo recordarás con otro nombre siempre, "Artista". Impresionante todo lo que hace.
ResponderEliminarSeguro que sí Oscar! artista es la mejor palabra para nombrar a Kevin!
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